El 25 de abril de 2011 entró en vigor la Ley 6/2011, de 1 de abril, de la Generalitat, de movilidad de la Comunidad Valenciana. Esta ley venía a establecer un marco normativo autonómico para lo que ya se esbozaba en la Ley 2 de 2011, de 4 de marzo, de economía sostenible. En el documento autonómico se establecía que los centros de formación secundaria o universitaria con más de 500 estudiantes debían elaborar un plan de movilidad que tuviera en cuenta tanto los desplazamientos de los estudiantes como los de los trabajadores, aunque no especificaba qué contenidos debía tener ese plan ni cuál era la tramitación administrativa que dichos planes debían seguir. Para ese mismo año 2011, el Informe de emisiones de Gases de Efecto invernadero en España 1990-2012, elaborado por WWF España, establece que se generaron 350.483,69 kilotoneladas de CO2 equivalente, de las cuales más del 21% se debieron al transporte.
Los planes de movilidad pretenden racionalizar el uso de los diferentes medios de transporte, cosa que no resulta nada fácil cuando hay tantos actores implicados con intereses y necesidades tan dispares. Hay trabajo para todos: administraciones, empresas privadas, empresas de transporte, usuarios. Sin embargo, no tiene por qué resultar un objetivo inalcanzable siempre y cuando seamos capaces de mantener siempre dos ideas básicas:
- El respeto por las necesidades y la situación del otro. En esto como en cualquier otra interacción humana es importante escuchar sin juzgar. No podemos pretender que los demás nos respeten si no respetamos a los demás. Como alguien dijo una vez:
[quote]Más fácil es de la obra juzgar que en ella trabajar[/quote]
- La necesidad de medir, medir y medir. Si pretendemos mejorar algo es necesario conocer nuestra situación de partida y poder establecer objetivos realistas y alcanzables. La mejora continua es la clave para conseguir resultados perdurables.
La movilidad es una cuestión que preocupa a muchos, entre otras cosas por el alarmante problema de contaminación del aire que está apareciendo en muchas grandes ciudades. Hace apenas unos meses el Ayuntamiento de París se veía obligado a tomar medidas drásticas para reducir los vehículos motorizados en circulación ante los elevados niveles de partículas en suspensión. Todos queremos respirar aire limpio y sano, pero pocos están dispuestos a abandonar las ventajas de los medios de transporte privados. Por otro lado, no resulta realista pensar en un cambio de modelo que se produzca de hoy para mañana. Como dice el proverbio chino de Lao-tsé
[quote]Un viaje de mil millas comienza con el primer paso[/quote]