La UPV consumió cerca de un 8% menos de energía en 2013. También redujo su consumo de agua total y, en lo que se refiere al riego, casi un 14%. En 2013 disminuyeron las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los campus y más del 40% de los alumnos viniveron a la universidad en medios de transporte públicos o sostenibles.
El pasado día 29 de enero tuvo lugar la reunión de la Comisión Ambiental de la UPV para evaluar el comportamiento ambiental de la universidad durante el año 2013. En esta reunión se analizan, con espíritu siempre de crítica constructiva, todos los aspectos de las actividades de la universidad que pueden tener un impacto sobre el medio ambiente… Y sí, todo lo que se menciona en el párrafo anterior es rigurosamente cierto, pero quizá el resplandor del titular nos hace perder de vista que más importante todavía que la cifra es la razón que hay tras ella: la actitud de la persona que decide, sin más incentivo que sus propios principios morales, que sí es importante apagar la luz, que sí es importante cerrar el grifo y que es importante esforzarse por hacerlo mejor.
Al final del año, por cada cifra positiva se puede dar otra que no lo es tanto: queda mucho por hacer en lo que se refiere a eficiencia energética, en contratación y compra pública verdes, en movilidad sostenible y en ámbitos tano o más importantes como la ambientalización del currículo de nuestros estudiantes o la ambientalización de los procesos de investigación. Sin embargo, lo más alentador y el verdadero motivo de felicitación es que no importa lo buenas o malas que sean las cifras, en la UPV seguiremos trabajando, confiando en nuestra capacidad de mejora y afrontando los problemas con imaginación y espíritu crítico